martes, 28 de abril de 2015

ESTA SEMANA PEDALEAREMOS POR NEPAL

Desde el Club BTT Algairén parte una iniciativa que ojala se contagie por todas las asociaciones y clubs. Toda ayuda para Nepal es poca porque lo peor está por venir. Ahora toca sacar adelante a todos esos heridos y a esos miles de niños que se han quedado sin cobijo. Nepal es un pais pobre pero con gente de una extraordinaria calidad humana que sin duda sabrá reconstruir su tierra con el coraje que les caracteriza.



Desde el Club BTT Algairén queremos poner nuestro granito de arena en la ayuda al gran país que es Nepal, tras el dantesco terremoto sufrido. Para ello, hemos decidido que todos los kilómetros que nuestros socios realicen con sus bicicletas, durante los próximos días, se transformen en €/Km. Si quieres ayudar en esta causa solamente sal con tu bici y pásanos la foto de tu cuentakilómetros con los datos de tu ruta e ingresa la cantidad de donativo de 0,5 €/Km realizados. Todas las fotos serán publicadas en nuestro Facebook /Blog y el BTT Algairén doblará el resto hasta llegar a 1 €/Km. El plazo para esta ayuda acabará el próximo Jueves 8 de mayo. Ese mismo día, el dinero recaudado será ingresado en la cuenta del orfanato MY HOME, ubicado en Katmandhu. Este orfanato está apoyado por nuestro vecino de Ricla, Alberto Sanmartin, quien tiene contacto directo con Ramesh Khatiwada, el director del centro. Ahora mismo se hallan desbordados ante los niños que piden ayuda al haber perdido a sus padres en el seísmo.

¡NO LO PIENSES MÁS! ¡TÚ PUEDES HACER ALGO!
¡IMÍTANOS CON TU CLUB O ASOCIACIÓN!
¡CAMINA, CORRE PEDALEA POR NEPAL!
Envíanos la foto de tu cuentakilómetros o ruta: bttalgairen@gmail.com
Nº Cuenta del Club BTT Algairén: Bantierra: 3191 0144 30 4350860310
Orfanato MY HOME: http://www.myhomekathmandu.org/

domingo, 19 de abril de 2015

LA OSQUETA NUNCA DEFRAUDA

La Osqueta es una ruta piramidal en la que se sube por una buena pista tendida y se baja cerca de 800 metros de desnivel por un sendero típico del Prepirineo. 
Pedrolos por doquier, bojs en las orillas y paredes calizas que hacen que el sendero sea retorcido a la vez que divertido.







Hacer trescientos kilómetros de coche, entre ida y vuelta, para una ruta de 18 kilómetros puede ser un disparate para la mayor parte de los aficionados a la BTT, pero he de decir que no lo es si conoces y pruebas este pequeño rincón del prepirineo oscense, lindante al zaragozano. Basta con rodear el río Gállego y ver los imponentes Mallos de Riglos para disfrutar sin ni siquiera haber sacado la bici del coche.




La Osqueta es una gran W en medio de un farallón rocoso que constituye el único acceso a la vertiente de Villalangua (no confundir con la bilbilitana localidad de Villalengua) desde el alto de la sierra. Decenas de fotografías osquetanas inundan la red, porque ciclar en la aproximación a esa W es un placer para los sentidos.




Hoy acompaño a varios de los socios más jóvenes del club. Chavales que tienen pocos más años que los que llevo yo montando en bici de montaña. Ellos no han conocido ni los cantilever, ni las horquillas de elastómeros de 35 mm de recorrido ni a aquellos que decían que los frenos de disco y las bicis de doble suspensión no tenían futuro. Han crecido ya en las dobles de enduro y en los recuperados senderos de Algairén.



No les falta ilusión y por eso da gusto ir de ruta con ellos y ver sus caras de felicidad cuando recorremos rincones tan bonitos como los que atraviesa este sendero.




Metidos dentro del farallón rocoso alcanzamos la Osqueta y toda la visual del descenso hasta Villalangua. Las primera zetas son las más técnicas.


Pasadas las mismas guardamos paciencia con una vaca que nos marca su prioridad sobre el sendero


Antes de la Foz de Salinas, se alternan tramos rápidos con zetas bien reviradas que requieren mantener  la atención.




Las finas paredes se alzan verticalmente sobre el afluente al río Asabón, formando una bonita estampa con su cascada.


Los ochocientos metros de desnivel pasan rápido como todo lo bueno


Una bajada que sin dudarlo merecería repetirse en el mismo día a cambio de dar dos vueltas a este espectacular circuito.




viernes, 3 de abril de 2015

VUELTA AL ACUÉ (2258 m): Valle de Aspe



"El que mucho abarca poco aprieta". Este refrán español define mi situación en los dos últimos meses. Más bicicleta de lo habitual, con alguna que otra cueva intercalada, que hace que no pare pero que no me dedique a ninguna actividad como verdaderamente se mereciese. La última de todas es el esquí, ya sea alpino o de montaña. Esta temporada es la que más lo he abandonado y desde luego, no será por falta de nieve. Por ello, cuando tuve la oportunidad de ajustar la agenda con mi compañero de pedaladas y encima coincidir con Paco, que tanto tiempo llevaba con la idea de compartir un día de nieve, todo tenía que salir a pedir de boca.




El Acué es una montaña de rojo colorido que contrasta con el verde de sus laderas en la época estival,. 
Un monte que ya me llamó la atención en el recorrido de la Senda de Camille rumbo al refugio de Arlet.


La ruta la propusó Javito tras consultar el primer tomo, "Rutas con esquís",  elaborado por el pediatra más consultado por el colectivo montañero, y no precisamente para temas infantiles. La meteoqueviene se ha convertido en el blog de referencia para la predicción meteorológica en la cordillera pirenaica.
De las muchas rutas propuestas, Javito buscó una que fuese asequible no tanto por mi nivel esquiando sino por mi falta de experiencia en las subidas. Mis "vueltas marías" son de un novato total y al ritmo de tanto abarcar, poco voy a apretar en este deporte que tanto me gusta.



Las clases y consejos de mis dos buenos amigos, junto a las agradables laderas del Acué, me hacen más llevadero el alcanzar el collado y disfrutar de las vistas del Castillo de Acher y la norte del Bisaurín.






En la cima ya podemos divisar la excelente cara sur que vamos a esquiar. Se aprecia la nieve crema en una pala que curiosamente apenas ha sido esquiada en estos días de anticiclón de comienzos del mes de marzo.


Retiradas las focas, y sintiendo los cantos libres, encuentro la confianza en las tablas. La mayor experiencia del esquí alpino la reconozco cuando cambio al descenso.



Los primeros giros sobre la nieve crema son prácticamente los primeros de mi atípica temporada. No encuentro la posición ideal pero a pesar de ello, disfruto plenamente de estos momentos que tanto buscamos y que tan rápido vivimos.



Tras disfrutar la pala sur nos toca buscar el paso de Escalé para culminar la circular. Los numerosos aludes nos obligaron a retomar la trazada tras una equivocación mía al emocionarme y bajar más de la cuenta. Descalzar esquís y andar por encima de grandes bloques de nieve que te hacen darte cuenta de lo insignificantes que somos ante un alud de colada y nieve húmeda.






Superado el paso y tras buscar la media ladera más eficiente cerramos el círculo entre giros por bosque algo cerrado.



Espero que ésta no sea la última ruta con esquís antes de volver a estas laderas con las dos ruedas. Aún tenemos tiempo para mejorar y apretar un poco a la trave, actividad prima hermana al ciclopireneismo pero en estaciones tan diferentes.


Mientras tanto no os perdáis este pequeño montaje de fotos y vídeo de esta ruta con un final que culminó en unas ricas Ambar que supieron a gloria.