Pocas cuevas pueden presumir de una aproximación tan sumamente corta. Y es que esta cueva se halla justo debajo del asfalto de la carretera A-2302, al lado de la rotonda por la que se accede desde Morata de Jalón a a la autovía. Por ello, gran parte de todos nosotros habremos pasado por encima de ella, sin percatarnos de la existencia de la misma.
Fueron las obras de acondicionamiento de esta carretera, las que dieron a la luz a las dos bocas que abren la cueva a la superficie. Y fue gracias a varios vecinos de la localidad los que consiguieron que en la última reforma la cueva no quedase de nuevo obstruida. Para ello se habilitó un tubo que nos permite acceder a la boca justo por debajo del asfalto.
Después del curioso acceso, la cueva no nos da respiro en cuanto a pasos angostos. Una galería inferior nos muestra salas blanquecinas con formaciones bien conservadas.
Se trata de un camino de ida y vuelta que tendremos que deshacer para continuar por el nivel inferior, y que se gana tras una rampa descendente de 12 metros, fácilmente destrepable dada la estrechez de los pasos que la forman.
Superado el pozo ya podremos por fin ponernos de pie y descansar nuestras rodillas. Una sala de grandes dimensiones nos sorprende y nos invita a recorrer las galerías laterales, que ordenadas en diferentes niveles, nos hacen darle vueltas a la "topo" para enlazar alzado y planta en tan poco espacio.
En los niveles superiores nos acercamos peligrosamente a la cantera de cementos y podemos observar bloques desprendidos de no hace muchos años, a juzgar por las marcas de carburero que demuestran que antes estuvieron en el techo.
Cuanto más complicados son los accesos a las galerías superiores, mejores son las formaciones que podemos contemplar.
Tras recorrer todos los rincones, retomamos la sala principal, superando en un resalte de dos metros el acceso a la sucesión de galerías que nos permiten ganar el desnivel descendido anteriormente.
Sin darnos cuenta, salvo por la existencia de basura de visitantes de poca cultura, volvemos al exterior por la otra boca de la cavidad. Se trata de una pequeña abertura desobstruida en los últimos años y que se localiza en la misma cuneta de la carretera.
De este modo, nos ahorramos el remontar el tubo y de paso realizar la cueva en una entretenida travesía.
No sabemos el futuro que deparará a esta pequeña cavidad al estar cercana a la zona de voladuras de la cantera. Quizás algún día las galerías más próximas a la misma, acaben molturadas y convertidas en cemento Portland...Y es que ya se sabe, solamente se protege lo que se conoce.
Grande Adán, no tenía ni idea de la existencia de esa cueva. Gracias por ilustrarla con esa clase que tú tienes. Yo es de la única manera que la voy a disfrutar, ya sabes que me puede la claustrofobia.
ResponderEliminarJosean, a ver si le damos un repaso a las cuevas de la comarca en el blog.
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