viernes, 20 de junio de 2014

VALLE DE ESTÓS Benasque (Huesca)


Quien haya estado de vacaciones en el Valle de Benasque y le guste o no el senderismo, seguramente si habrá realizado la famosa ruta que nos lleva a ver el majestuoso paisaje del ibonet e ibón de Batisielles. 


Pues bien, si conocemos el Valle de Estós en bici, lo habitual será siempre subir al refugio que la federación aragonesa de montañismo tiene en el valle a una cota de 1895 metros. Esto hace que la subida desde Benasque sea lo suficientemente dura, para que muchos aficionados a la bici se prueben y tengan como reto, el llegar al refugio sin echar pie al suelo. Ahora tras el arreglo de las rampas en el sendero final, el conseguirlo es mucho más fácil, ya que la dificultad técnica ha desaparecido. Solamente mantener bien el molinillo y veremos recompensado el esfuerzo en la terraza del refugio.


Hasta hace poco el refugio era el punto de retorno a esta típica ruta del valle. Subir para luego bajar y siempre teniendo la precaución de evitar la máxima afluencia de turistas, a los que podemos incomodar con nuestras bicicletas. Y digo hasta hace poco, porque el verano pasado continuamos al frente camino del collado de Chistau. La Vuelta al Posets fue el rutón del verano de 2013, y sin duda el refugio y la coca cola que nos tomamos en él, fue el lugar perfecto para hacer escala antes de las dos horas de portear la bici hasta los 2600 metros. Sin embargo, en la ruta de hoy la idea es volver por el mismo valle pero visitando el ibonet de Batisielles y Escarpinosa. Para ello, es necesario abandonar el Gr11 y tomar dirección hacia el refugio de Ángel Orús coincidiendo con la Ruta de los Tres Refugios.



Tras cruzar el río Estós y remontar con la bici al hombro cinco minutos, el sendero se vuelve un sube y baja con vistas a la subida inicial al refugio. 


Sin darnos cuenta alcanzamos el Ibonet de Batisielles con la imponente aguja de Perramó al fondo




El ibonet es el punto de desvío para proseguir hacia el ibón de Batisielles o al ibón de Escarpinosa. Ambas opciones requieren portear la bicicleta ya que solamente son ciclables en sentido descendente. 


Nosotros elegimos la opción de Escarpinosa aún a sabiendas que prácticamente no daríamos pedales en la subida y que además la bajada sería especialmente técnica.






En menos de una hora nos presentamos en Escarpinosa, rodeándolo a duras penas e intentando ciclar todo lo que nuestra habilidad nos permitiese.




En este paraje las fotos salen solas y las inevitables poses toman sentido por lo especial del lugar



Pero no hemos venido hasta aquí para hacernos fotos. Hemos de sentir el lugar luchando en un técnico sendero en el que pusimos lo mejor de nosotros y pudimos comprobar las benevolencias que la rueda de 29" nos aportan en sendero trabado de grandes escalones.



De nuevo en el ibonet solamente resta bajar por el trillado camino que los cientos de senderistas y turistas emplean cada verano. Se trata de un sendero con gran cantidad de curvas de herradura que enseguida acaba en una semipista sin ninguna dificultad técnica pero en la que se alcanza gran velocidad. Es necesario no emocionarse en exceso y ceder el paso en todo momento al senderista.

En definitiva, una corta pero espectacular vuelta por el valle de Estós que harán las delicias a aquellos que no les importe pedalear o llevar su bici al hombro a cambio de vivir una de las mejores zonas del pirineo.


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