domingo, 15 de junio de 2014

REFUGIO E IBÓN DE ARMEÑA


Habíamos subido al valle de Benasque con la excusa de acompañar a Paco, en el disfrute de su bono regalo, de un vuelo de parapente en tandem. El bono ya venía de hace un año, y poco a poco lo fue retrasando hasta coincidir conmigo, ya que a mi me apetecía sentir la experiencia de volar, y más si lo hacíamos en el valle que más admiro del pirineo. Además, para Pilar iba a ser una sorpresa que solamente iba a conocer cuando viese a Paco y al resto de sus amigos valencianos que también habían subido para lo mismo. Sin embargo, durante la noche del sábado se levantaron fuertes vientos de puerto que desde la escuela de montaña de Benasque, se oían lo suficiente para que apenas pegase ojo. Llamada al punto de la mañana y confirmación de los vuelos suspendidos. La decepción fue mayúscula y más para los que viniendo desde tan lejos se quedaron sin volar. Cambio rápido de planes y mirando los mapas que adornan las paredes de la escuela decidimos bajar un poco del valle para buscar zonas más de solana y protegidas del viento. Tanto Paco como yo, no conocemos las estribaciones del Cotiella desde Barbaruens y tampoco el ibón de Armeña, así que dicho y hecho, parte del grupo cambiamos el volar por el senderismo de baja intensidad.


Tras alcanzar la recóndita localidad de Barbaruens, continuamos otro buen rato por la pista que se acerca lo máximo al refugio de Armeña. Se trata de una pista en buenas condiciones de conservación pero por su elevada pendiente y zonas de regueros de agua, puede castigar en exceso los embragues de los turismos. Nosotros aparcamos donde el firme empeora visiblemente en un cruce a la izquierda. La ruta circular elegida parte desde este punto, y para ello basta con tomar la pista de la derecha hasta que la misma se cruza con el sendero GR 15 (Barbaruens - Saravillo). Una vez localizadas las marcas del GR las seguiremos a la izquierda en fuerte pendiente remontando todo el barranco de Bilsé y en el que rápidamente se ve que no es muy transitado. 


El sendero remonta varios tramos en fuerte desnivel, buscando la línea más evidente bajo las paredes, hasta abrirse en un bosque sobre el que se camina más cómodamente. Cuando la vista al Cotiella es más limpia y el barranco más tímido, alcanzamos sin darnos cuenta el refugio de Armeña. Un refugio no guardado pero que cuenta con todas las comodidades y está muy bien conservado. A escasos metros se halla una buena fuente que garantiza el convertirse en un lugar ideal, para afrontar la subida al Cotiella, o realizar la travesía a Saravillo pasando por el bellísimo ibón de la Basa Mora o de Plan.


Los seiscientos metros de desnivel no fueron nada para nuestra pequeña montañera. La jovencísima Irta nos sorprendió a los que no la conocíamos. Una niña de tan solo seis años que en ningún momento dijo la famosa pregunta de "¿falta mucho?". Al contrario, su simpatía desbordante parecía que ni siquiera se hubiese cansado de la dura subida.



La idílica ubicación del refugio invita a quedarse allí para ver el amanecer en el Cotiella, pero eso ya será para otra ocasión. Ahora regresamos por la vía normal de acceso al refugio desde la pista donde hemos aparcado el coche.






Pasamos junto al ibón de Armeña antes de salvar un pequeño collado que será la última subida de la circular.




 Las vistas al barranco por el que hemos ascendido nos muestran el desnivel que todavía tenemos que descender.




El sendero muere en la pista a escasos un kilómetro y medio sobre el lugar que hemos aparcado. Este tramo es el de mayor pendiente de la pista y son los menos los que apuran el coche para llegar hasta este punto.

El siguiente track de wikiloc muestra este mismo recorrido pero en sentido inverso. Una opción nada recomendable ya que descenderemos por el tramo de mayor pendiente del sendero. Mejor hacerlo en subida tranquilamente y restar lo cómodo para el final. En general, una ruta perfecta para conocer este rincón del valle.


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